domingo, 31 de enero de 2010

MICROCLIMAS

Parecía que no llegaba nunca pero ya, ya casi ha pasado. Ha sido un mes duro, lleno de los peores augurios para este año que acaba de empezar. Da susto. Da miedo oir en la tele, en la radio, en las conversaciones ajenas y en las propias el año que tenemos por delante.
Sería tan fácil entregarse a la causa y dejarse dominar por la pasividad, la pereza o lo que sea. Pensar que como va a ser duro ¿para qué esforzarse? ¿para qué pelear por una batalla perdida?. Y no estoy hablando de política, que no me interesa. Tampoco estoy hablando de economía, que no entiendo. Estoy hablando de esas sensanciones que flotan en el ambiente y que están convirtiendo en pesimistas a los optimistas de toda la vida. Parece que las buenas noticias han desaparecido y sólo se habla de los males, los propios y los ajenos.
Hablando el otro día con mi abuela, mi tía y mi hermana les comentaba que este año yo me lo planteo como un régimen, algo así como una dieta de mantenimiento. Ya no importa tanto adelgazar como mantenerse y no engordar. Pues creo que este año lo que importa es eso, mantenerse. Mantenerse a todos los niveles.
Por mi parte, trato de crear microclimas. Sí, has oído bien. Me gusta estar rodeada de buen rollo y tanto en casa, con mis amigas o con quién sea procuro estar relajada y que los demás también lo estén. Te puede parece una solemne tontería, bien, te respeto. Pero yo lo voy a seguir haciendo, me siento mejor.

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